El canto de lo grillos, un termómetro natural

El Canto de los Grillos: Un Termómetro Natural

En la tranquila velada de un jardín, bajo el manto estrellado del cielo nocturno, los grillos entonan su peculiar concierto. Lo que para muchos es el sonido emblemático del verano y el preludio de noches apacibles, esconde en realidad una fascinante capacidad de la naturaleza que ha capturado el interés de científicos y curiosos por igual: la habilidad de usar el canto de los grillos como un termómetro natural.

La Ciencia detrás del Canto

Amos Dolbear
Amos Dolbear

 El método para estimar la temperatura ambiente basándose en el canto de los grillos es una curiosa intersección entre la biología y la meteorología. Se basa en la observación de que la frecuencia del canto de los grillos varía con la temperatura. El entomólogo estadounidense Amos Dolbear fue quien primero documentó esta relación en 1897 en un artículo titulado “The Cricket as a Thermometer”. Dolbear observó que los grillos no cantan a una tasa constante, sino que su actividad se acelera o desacelera dependiendo de la temperatura ambiental.

La fórmula más conocida derivada de las observaciones de Dolbear es la siguiente:


formula 1

Donde:

  • es la temperatura en grados Celsius.
  • es el número de cantos por minuto.

Para usar esta fórmula, simplemente cuenta el número de cantos que un grillo hace en un minuto, y luego aplica este número en la fórmula para estimar la temperatura en grados Celsius.

Es importante notar que esta fórmula es más una aproximación y puede variar dependiendo de la especie de grillo y otros factores ambientales. Además, se aplica mejor en temperaturas moderadas y puede no ser tan precisa en extremos de calor o frío.

Este método es un ejemplo interesante de cómo se pueden usar observaciones de comportamientos naturales para estimar condiciones ambientales sin la necesidad de herramientas tecnológicas.

Sólo con 10 segundos

Si solo puedes escuchar el canto de los grillos durante 10 segundos, puedes ajustar la fórmula original de Dolbear para trabajar con ese marco de tiempo más corto. Primero, calcula el número de cantos en 10 segundos y luego conviértelo a un equivalente por minuto multiplicándolo por 6 (ya que 60 segundos / 10 segundos = 6). La fórmula ajustada sería entonces:

formula 2

Donde:

  • es la temperatura en grados Celsius.
  • N10 es el número de chirridos en 10 segundos.

Al multiplicar N10 por 6, conviertes el número de cantos escuchados en 10 segundos al número de cantos que se esperaría escuchar en un minuto, lo cual se puede insertar en la fórmula de Dolbear para estimar la temperatura.

Por ejemplo, si cuentas 15 cantos en 10 segundos, primero conviertes ese número a una tasa por minuto: 15×6= cantos por minuto. Luego, insertas ese número en la fórmula para calcular la temperatura.

Por lo tanto, si escuchas 15 cantos en 10 segundos, la temperatura estimada sería aproximadamente 17.1°C usando la fórmula ajustada. 

Escucha la naturaleza

Descubre cómo los grillos nos enseñan sobre la temperatura 🌡️🦗. En una noche estrellada, su canto no es solo música para nuestros oídos, sino también una pista sobre el clima. Incluso los más pequeños pueden convertirse en expertos meteorólogos con la ayuda de nuestros amigos los grillos.

La Precisión de la Naturaleza

Es importante considerar que esta aproximación tiene sus limitaciones. Factores como la especie del grillo, el ciclo de vida en el que se encuentra, y otras variables ambientales pueden influir en la precisión de la medición. Sin embargo, dentro de un margen moderado de temperatura y condiciones ideales, la fórmula de Dolbear ofrece una estimación sorprendentemente cercana a la realidad.

¿Los grillos cantan de noche?

Los grillos generalmente cantan de noche. Este comportamiento está asociado con sus hábitos de apareamiento y territorialidad. Los machos cantan para atraer a las hembras y, en algunos casos, para desafiar o alejar a otros machos. Cantar de noche tiene varias ventajas para los grillos; por ejemplo, hay menos depredadores activos y el sonido puede viajar más lejos en la tranquilidad nocturna, aumentando las posibilidades de que los machos atraigan a las hembras. Además, la humedad más alta y las temperaturas más frescas de la noche pueden ayudar a que el sonido se propague mejor. 🌟

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